Este texto sólo está aquí para llamar la atención inútilmente

sábado, 21 de agosto de 2010

Una sex shop

Nota: Al principio este post iba a tener el título "Traumas de mi vida" pero la verdad es que el principal traumado no soy yo (aunque sí me pasaron cosas feas), por lo que humildemente cedo la humillación a otra persona por esta ocación.

Los hombres somos todos unos perros, sí, me incluyo, TODOS somos unos orangutanes idiotas que no saben lo que hacen hasta que ya la cagaron, y la mayoría de las veces, (en realidad casi siempre) sólo pensamos en una cosa:

Sí, todo sea por una tienda de ropa de nombre papaya

Algunos como los de mi especie, que no poseemos la habilidad de cortejar a una dama sin quedar como un reverendo idiota, simplemente nos limitamos con mirar cómo la demás gente se divierte y consigue lo que quiere; cosa que no siempre es muy gratificante.

Pobre cosa triste, se parece a mí, jejeje

Pero no hay que desanimarse,  siempre tendremos a las bellísimas féminas que despiertan nuestros deseos en la pantalla chica, portadas de revistas, sugerentes videos musicales, y claro, en el PORNO.

Tengo una amiga a quién llamaré MAH; ella es muy amable y me llevo muy bien, y bueno, no nos hemos visto tanto como antes, pero todavía nos juntamos seguido a ponernos ebrios, competir por quién vomita más, o hablar estupideces. En fin, hace un par de años MAH entró a trabajar en una sex shop e invitó a la bola de cuates a ver las cosas de su trabajo, y bueno, yo quería ver películas porno de a gratis, pues la tienda tenía cabinas ;).

Entre dildos, lubricantes, arneces, esposas, látigos y fuetes me encontraba curioseando acerca del uso que podrían darle algunas personas, hasta que me encontré con la sección de películas.

"Ya la ví, ya la ví y no me gustó, ya la ví..." Era lo re repetía incesablemente mientras pasaba por la sección de videos amateur; buscando a la mítica Jena Jameson,  a la hermosa Devon,  a la singular Crissi Moran y todas esas mujeres que trabajan en el oficio más agradecido por nerds barrosos sin vida social (y por supuesto, tampoco sexual, a menos que tu mano y un calcetín con mermelada cuenten).

Total que mi amiga MAH ya venía predispuesta a ver "cosas" (si no saben qué cosas, les daré 2 pistas: miden más de 20 cm y han estado en más hoyos que un trabajador de drenajes a punto de jubilarse).

Pero claro, su empleador, comprensivo como muchos, le dió para comenzar, una de las tareas más... no recuerdo un adjetivo para calificar la acción de limpiar esperma de las paredes de las cabinas... ah sí, asqueroso.

Sé que el dibujo es muy feo y nada realista, pero si quieren una imagen mental más fidedigna, imagínense la baticueva con porno en la supercomputadora y ¿guano de murciélago? (ojalá) cayendo por todos lados.

Y claro, yo no sabía si reir o llorar por la situación de mi amiga... así que decidí señalar con el dedo y reirme a carcajadas de sus desgracias.

Karma, la perra implacable...

Pocos días después llegué a visitar a MAH que amablemente atendía ese sacrosanto recinto (en realidad tenía tickets para entrar gratis a las cabinas y planeaba usarlos). Y total que nos pusimos a platicar con uno de sus superiores al poco rato; mencionó que MAH debe ver las películas, además de conocer el material, saber para qué sirve (me refiero a que le expliquen, no a que los use, bola de cerdos depravados mal pensados) y terminó dándonos un tour por toda la galería de juguetes sexuales que tenían en existencia, por cierto, me quedé con las ganas de comprar una de estas:

Se nota que son la onda, :)

Al final del recorrido entre aceites, disfraces, consoladores de 50 cm y bolas chinas, llegamos a lo que a nosotros los hombres nos fascina (y si dices que no te gusta es porque no se te para): PORNO.

Tipo cuyo nombre no recuerdo y me vale madres: Ok, MAH, ahora te pondré una porno, recuerda que tienes que verlas ya que tienes que recomendarles a los clientes algo según sus gustos, y bueno, no las vas a ver todas, pero vas a ver de todo.

MAH: ...bueno (***hizo cara de "no mames, ¡qué asco!" al principio)

Pollo Zombie: Yo también quiero trabajar aquí :D

Tipo cuyo nombre no recuerdo y me vale madres: Bueno, si quieres ver vamos a ver ésta, es amateur.

Pollo Zombie: (lean esta línea con acento de cargador de la central de abastos) Pos órale va!

Terminó poniendo una película amateur de gerontofilia, donde un tipo de aproximadamente mi edad, folla insaciablemente con una anciana de unos 70 u 80 años.

 No se parece a ella pero por ahí va la idea.

Felaciones, sodomía, cunnilingus, ménage à trois, cumshots, bukakke, close up a partes del cuerpo femenino que ni sabía que existían; ví de todo ese día en aquél video; y en ese momento, una sensación de que algo andaba mal se apoderó de mi mente.

Esa sensación se hizo cada vez más fuerte, no sabía qué andaba mal, no sabía qué era, volteé a ver a MAH y ella estaba petrificada con una expresión de asco, cada vez más notoria, tratando de voltear; pero su jefe, soriente y triunfante (detrás del monitor, donde no podía ver la película el muy hijo de puta) le decía que debía aguantar eso, que se vaya acostumbrando mientras trabaje ahí. Yo por el contrario, no estaba obligado a ver el gang bang a la ¿venerable? anciana, tenía la opción de cerrar los ojos o mover la vista a otro lado, pero no, no pude hacerlo (debo aclarar que no me sentí excitado sexualmente, sino que estaban pasando imágenes por mi mente que no pude describir hasta que fueron demasiado tarde).

Por fin entendí qué era lo que andaba mal; justo cuando la mujer de edad avanzada, caderas pronunciadas, tez blanca, ojos azules, cabellos plateados y calcetines con una canica adentro en lugar de senos cabalgaba fatigosamente sobre el falo de su joven compañero, mostrando su sexo al público, el cual no sabía qué decir, excepto yo; por fin entendí qué era lo que me obligaba a ver la escena apesar de las sensaciones desagradables que sentía.

Ésa sensación me atacó más fuerte que nunca, decidí que era hora de expresarlo, fué cosa de un instante, esa imagen, que me repelía totalmente y al mismo tiempo me obligaba a observar, en cierto modo me resultaba familiar; entonces exclamé en voz alta:

¡No mames, se parece a una de mis tías!

El video terminó con ese pensamiento y yo me encontraba devastado con el asombroso parecido de la actriz pornográfica a una de las tías más religiosas que tengo.

Al final del funesto día, ya en casa, decidí que no quería volver a ver a ese familiar, por miedo a recordar el traumático episodio, pero mis papás tenían otra idea:

Papá de Pollo Zombie. hijo, el fin de semana vamos a casa de tu tía (sí, la misma).



Para quitarles el mal sabor de boca, miren esto:


4 comentarios:

  1. y seguro que no es tu tia? enseñale el video porno haber si se reconoce

    ResponderEliminar
  2. BUENO: trabajar en una pelicula porno
    MALO: que te toque cojerte a una vieja bien fea
    MUY MALO: que resulte ser tu tia

    jajaja, debe ser vura trabajar en una tienda sexshop, aunque no seria redituable, ahí se me iría todo mi sueldo jojo

    ResponderEliminar
  3. ay pollito!!
    Ahora si me hiciste reír, pero para ser sincera me provocó un poco de asco, bueno para ser honesta me causó vómito.
    je!
    En fin, al menos la tía lo disfrutó y si no!!
    Espero le hayan pagado, al chico digo!!
    Ay no!
    Ya no sé que decir!!
    salut!

    ResponderEliminar
  4. esta historia no te la creo...ve a contarle eso a tu abuelita en bicicleta....saludos!

    ResponderEliminar